Para la serie Diarios de viaje, abro al azar alguno de mis diarios de viaje y transcribo y comento lo que hice y viví un día cualquiera.
Jersey, Islas del Canal de la Mancha, junio de 2008. Mi marido trabajaba para Jersey Telecom en ese momento y yo pasaba largas temporadas en esa isla.
Fuimos a ver los Jersey War Tunnels. Consiste en una red de túneles construida por los alemanes para defensa, pero decidieron destinarla a uso como hospital. No llegaron a estrenarlo, ni siquiera está terminado, todavía se pueden ver los túneles a medio cavar.
Para la construcción, emplearon mano de obra esclavizada, o sea, prisioneros de guerra rusos, polacos, judíos, deportados franceses, republicanos españoles que habían quedado detenidos en Francia.

Se me ocurrió pensar que seguramente algunos de esos españoles estuvieron en Argeles-sur-Mer con mi abuelo, es más, hasta él mismo podría haber terminado acá ¡y ninguno de nosotros existiría! Muchísimos de ellos murieron de hambre y agotamiento por los maltratos sufridos.
Al ser un hospital, todo estaba pintado de blanco. Dejaron algunos espacios originales, como el quirófano. Más que un quirófano, parecía una sala de torturas comparado con los hospitales modernos.
También armaron exhibiciones con objetos de uso diario que donaron los pobladores como fotos, cartas, uniformes, armas, etc. Todo está armado con mucho respeto y, si se quiere, con buen gusto, pero a pesar de todo, la atmósfera es bastante opresiva. No solo porque estaba a 33 metros bajo tierra, sino por lo que significa el lugar.

No me daba para sacar fotos, aunque algunas personas iban jorobando como si fuera un picnic. Una de las cosas más interesantes que vi fue una máquina Enigma original. Es la que usaban los nazis para mandarse mensajes crípticos. Seguro que en alguna película o documental del History Channel la vieron, es como una máquina de escribir con unos engranajes de metal. A los Aliados les costó años descifrar esos mensajes.
